Penitencia
Cuanto
más te sustraes a la causa y raíz del pecado, erradicándola y matándola en
todo, tanto menos estarás oprimido por las espinas de los pecados y tendrás tu
conciencia más limpia, más en paz (según es posible en esta vida) y recogerás
el fruto de una mente pura (3.12.24)
Quien
peca manifiestamente, que se acuse a sí mismo manifiestamente y abrace la
penitencia, es más, la escoja él mismo, de tal manera que cualquier otra pena
dada por los demás le parezca ligera respecto a aquella que ha considerado y
juzgado digna de si (3.13.04)
No
os confeséis rutinariamente de modo repetitivo o estereotipado, o por costumbre
(3.12.19)
¿Quieres
no cometer pecados mortales? Huye de los veniales. ¿Quieres además huir de los
veniales? Deja todo lo que sea lícito y esté permitido (2.06.21)
No
hagáis gran diferencia entre los defectos, -sean grandes o pequeños- porque por
todos ellos murió Cristo (3.14.05)
¿Qué
liberación es mayor: la de la enfermedad del cuerpo o la del alma? Ciertamente,
la del alma (2.04.30)
Quien
muestra muchas llagas mortales al médico escondiendo una, por esa sola perece
(3.12.23)
Festividad y Eucaristía
Dios
te manda la santificación de las fiestas: santificación quiere decir pureza de
mente y purificación; santificación quiere decir dejar al hombre viejo, es
decir, los vicios y seguir al hombre nuevo, es decir, al espíritu.
Santificación quiere decir amar a Dios sobre todas las cosas y, por respeto
suyo, todo; y amar a los amigos en él y amar a los enemigos por él. Quien obre
así será puro, tranquilo y sin turbación alguna (2.03.20-23)
Ofrece
a Dios el sacrificio de los sacrificios, es decir, la Santísima Eucaristía. No
hay que extrañarse si el hombre se ha vuelto tibio y se ha transformado en
bestia; es porque no frecuenta este sacramento (2.03.25)
La principal conversión hacia Dios consiste en este
alimento; no hay nada que más te pueda santificar porque aquí está el Santo de
los santos (2.03.25)