"BARNABITAS ESPAÑA"


A LA ESCUELA DE SAMZ


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“La belleza de la virtud en los escritos de los filósofos, normalmente no engendra más que una estéril admiración. Los ejemplos de los santos, no solamente tocan el corazón con la altura de su virtud, sino que logran despertar un deseo de emulación y renovada confianza en la gracia de Dios”

                                Card. J. Gerdil (1718-1802)

 

 “Dios nos propone asociarnos a Él para construir nuestra vida. Es toda una ganancia para nosotros aceptar esta propuesta, porque Dios es un socio que no se equivoca nunca y nos deja todo lo útil de la empresa”.

                     P. Albert Schmerber (1873-1953)

 

“No seré feliz si no logro ser santo. Señor Jesús y Tú, María, Madre mía buena, no os pido la vida de esta tierra; os pido la vida eterna”

                     Siervo de Dios, D. Luis Raineri  (1895-1918)  

                                                           

 “Haciendo el bien, uno no se equivoca nunca”

                   Siervo de Dios, P. Juan Semería      (1867-1931)         

                                                         

“Madre Santa, había prometido hacerte conocer y amar en el dulce Gurupy (Amazonia – Brasil); ser tu misionero, tu sacerdote.

Jesús, te pido el sacerdocio del sufrimiento. No me lleves pronto al cielo; haz que pueda conquistar almas. Antes te pedía que me llevases pronto al cielo. Ahora te digo que se prolongue mi vida: pero en esta cama y con estos dolores”

         D. Cesar Oltolina (estudiante teólogo) 1922-1945

                                                                

“Se nos podrá arrancar el corazón, nunca el amor de Jesús”.

   P. Luis Ferrari (1831-1900) Sup. General en Montmartre (París)

                                      

 “El ejemplo que hemos recibido, es nuestro deber trasmitirlo a los que se pongan en fila detrás de nosotros. Como nosotros bendecimos la memoria de los que nos han precedido, por habernos señalado el camino y alentado en el no siempre fácil trabajo diario, así que los demás, fijándose en nosotros, tengan ellos también que repetir nuestro nombre en agradecida bendición”.

                           P. Miguel Favero (1885-1965)

 

          “Después de haberte ofrecido mi vida -para reparar amando- qué otra cosa tendré que donarte, Señor?…Dímelo, yo te lo daré”.

                    D. Josué Ponsiglione (1912-1934)

 

 “Quisiera recibir los dolores, como recibo a Jesús en la comunión. Tres apoyos llevo siempre conmigo: la Cruz, el Sagrario y María. El alma que se ha entregado a Dios, transforma los sufrimientos en alegría”.

 El mismo escribió:

 §             A los 25 años: “el trabajo es mucho, la recompensa mucha, los obreros pocos”.

§             A los 30 años: “El alma que está con el Padre, no busque apoyos en las criaturas”.

§             A los 75 años: “Que pueda sufrir mucho y a solas; callando en lo hondo de mi alma el misterio de mis cruces, siempre con la sonrisa en los labios”.

                        Hno. Ángel Pérego (1875-1954)

 

“¿Qué vale la vida si no la usamos para hacernos santos?; es decir, no para hacer muchas y grandes cosas, sino todo aquello que el Señor pide a cada uno de  nosotros en particular”.

       P. Carlos Bartesaghi (1911-1943)   “Un Barnabita Felíz”

                                          

“Para vivir y morir contento no me falta otra cosa que convivir y entregar a mis hermanos en Cristo, aquel campo de trabajo que el Vicario de Cristo me encomendó para regarlo con nuestros sudores y -de ser necesario- también con la sangre”

             Mons. Pablo Nerini (1711-1756) Mártir en Birmania

                                             







                   
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